Podrían haberme pasado cientos de cosas hoy. Por empezar, podría no haber despertado, pero suponiendo que bajo cualquier circunstancia t e n i a que hacerlo, pasemos a las siguientes posibilidades: Podría haber ganado alguno de los 152 concursos diarios que hacen en la radio; podría haberme importado que él cantara mal, podría haber dejado de admirarlos; tal vez podría haber conocido al amor de mi vida, o quizás simplemente él podría haber notado cuanto me gusta. Podría haber visto a esa persona a la que tanto extraño, también podría haber pasado que Miley quisiera conocerme… No es que la cantidad de posibilidades en ambas situaciones se asemejen. O si, ¿Quién sabe?, podría ser. Podría haber terminado toda mi tarea, también podría haberme importado no tener nada hecho. Hablando de importancia, quizás, en una de esas, podría haber pensado y decidido que hacer de mi vida cuando llegue fin de año; podría haberme agarrado pánico al saber que debo decidirlo en menos de dos meses, y no cuando el año termine. Podría haber salido a la calle, ver que un hombre iba a ser asesinado, salvarle la vida, descubrir que era propietario de un 53% de Disney World, y en agradecimiento podría haberme llevado a Hollywood a vivir la vida que siempre soñé. Podría haber pasado. E insisto, podríamos habernos visto, nuevamente, sin coincidencias en cuanto a posibilidades. Podría haberme inspirado y escrito un libro de 500 páginas, podría haber descubierto la cura para la diabetes, podría haber dejado de llorar, mi vida podría haber cambiado de innumerables maneras; y sin embargo sigo siendo yo, teniendo días aburridos, soñando con que alguna vez algo va a cambiar, y ¿Quién sabe? Podría pasar, algún día podría pasar, será solo...
un tiempo más.
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