YOU MAKE ME LAUGH

Ayer, 21 de diciembre fue oficialmente el comienzo del VERANO. El mismo verano que vengo esperando hace 9 meses (si, casi tan agonizante como debe ser un embarazo {creo que nunca les conte el poco amor que tengo por los infantes}) Y bueno, como en esta parte del mundo el verano coincide con el fin de año es una época excepcional para hacer balances. Aunque a veces se me hace completamente molesto. Por empezar, pensar que ayer comenzaba el año y estaba conociendo a quien hoy es una de las personas más importantes de mi vida y que las lucesitas rojas y verdes que se prenden y apagan al lado mio me recuerden que estamos distanciados (nose que relación tendrá eso con las luces, pero me pasa) Me molesta, si, completamente. Eso hace que mi balance de fin de año me ponga de mal humor. Aunque mirandolo con el optimismo que me caracteriza (?) no fue un año tan malo. Fue el último. El último año escolar, y eso... el algún lugar del mundo debe ser bueno. Tambien tengo que recordar a las maravillosas personas que conocí, a los inservibles que deje en el camino, a las grandes personas que casi pierdo por inútil, tengo varias razones para decir que fue un buen año, no EL AÑO, pero si fue uno bueno. Ademas todavía no termina, y es posible que en estos 9 días que le quedan conozca al amor de mi vida y me lleve de vacaciones a Londres.

PUEDE PASAR.

Por lo pronto, prometo un buen balance de año para eso del 30, 31. Primero porque no tengo muchas ganas de escribir, y segundo porque lo mejor del año esta por pasar.