YOU MAKE ME LAUGH

Estoy cansada de mí y mis listas. Igual, eso ahora no me importa. Se que sirven. De vez en cuando sirven. Pero solamente si sabes leer entre líneas. Entre las propias líneas que vos mismo trazaste. Sirven nada más si logras descifrar completamente en que o quien pensabas cuando las escribiste. Solamente así, de esa manera tienen sentido las listas. Por lo menos mis listas no se valen en cantidad, si no en lo que siento cada vez que las leo. Y el hecho de leer TU nombre y que el mundo me deje de importar, me parece prueba suficiente para saber por donde van encaminadas las cosas.
    Por el maldito camino que va todo (:
La única parte mala de las listas es cuando te das cuenta de lo que no querías darte cuenta. Y que das vueltas, y vueltas, y más vueltas. Sacas tela de anda a saber donde para seguir enrollando el asunto. ¿Por qué? Simplemente porque odias el resultado. Porque si, ya esta, es evidente que se quebró eso que creíste eterno, te das cuenta que los cuentos de hadas también tienen un final, y es por algo. Pero te da bronca igual, porque estaba todo estructurado, todo fríamente calculado, todo estaba bien. ¿Y ahora que haces? ¿Decís chau, y listo? Bueno, no es una mala idea. Pero es estúpida (: Las cosas no pueden pasar así como si nada. Las listas no las hago para decidir si sacarlos o no de mi vida, las hago para entender que siento. Y odio lo que siento ahora por vos, pero lo siento; y si lo siento, es porque debo querer sentirlo, en el fondo de mi corazón, debo querer sentirlo, ¿Se entiende? Y eso… me molesta todavía más. Por eso en realidad me cansan mis listas. Porque descubro lo odioso que puede llegar a ser todo. Hasta que me acuerdo que por una de esas tontas listas, hoy pretendo luchar por él. Esas cosas que leí entre líneas son mi nueva meta. Y eso es genial. Pero después esta la otra… como sea, me voy a dormir.
Y aunque me duela, me tiro más a pensar en lo bien que me hace él, y no en lo mal que me haces vos. Perdón por eso.