Salí corriendo a buscarlo, no podía soportar que se fuera sin darme una explicación. Cuando por fin pude alcanzarlo, se lo pregunté.
- ¿Por qué te vas? No podes hacerme una cosa así –
- Tengo que irme, no quiero verte nunca más –
- ¿Qué no queres verme nunca más? – no pude evitar comenzar a llorar - ¿NO QUERES VERME? ¿Por qué? Necesito una razón. Prometimos estar juntos para siempre ¿Qué cambió? ¿Ya no me queres? -
- ¿Qué no te quiero? – soltó una carcajada – No hay día de mi vida en el que no me despierte pensando en vos, no hay noche que pase sin soñarte. Respiro solamente para volver a verte. ¡Tu risa! Tu risa es como una droga para mí, viviría escuchándote reír. ¿Entendes ahora? No puedo verte más porque estoy completamente enamorado de vos y no lo puedo evitar –
Lo miré durante unos segundos, no podía creer lo que me estaba diciendo. Pensé en salir corriendo, pero en ese momento por fin me di cuenta…
- No lo evites entonces, NO LO EVITES –
Fue lo último que dije antes de sentir sus labios sobre los míos.
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